La psicóloga chilena, María Inés Pesqueira, propone un modo de entender la felicidad que está al alcance de todos, describe qué hacen las personas más felices y presenta estrategias concretas para aumentar nuestros niveles de bienestar.
¿Qué podemos hacer para sentirnos más felices?
El 2020 fue un año de alta incertidumbre, estrés y cambios.
Todos nos hemos enfrentado a grandes preguntas existenciales tanto personales como sociales. La pregunta por nuestro bienestar y felicidad sigue ocupando un lugar central en nuestras vidas.
¿Qué es ser feliz?
Los autores más reconocidos atribuyen la felicidad a varios aspectos diferentes. Algunos de los secretos que ellos resaltan tienen que ver con nuestras relaciones personales, con la gratitud y la capacidad de flexibilizar nuestras expectativas
Robert Waldinger, en el estudio más largo sobre felicidad que se ha hecho en el mundo (Harvard University), demostró que las personas que logran vínculos significativos con la familia, amigos, y comunidad en general, son más felices, más sanos y viven más que las personas que tienen menos vínculos.
Tal Ben-Shahar, doctor en Psicología, recalca la importancia de que estas relaciones sean reales y no virtuales, ya que no tendrían el mismo efecto en las personas. Sin embargo, él agrega otro aspecto clave para ser feliz: la gratitud.
Tal como se explica en este video, sentirse agradecido y expresar esta gratitud por todas las cosas importantes que hacen que nuestra vida sea mejor, aumenta nuestro bienestar. Esto no significa negar nuestros problemas, pero es necesario agradecer y valorar, no dando por sentado todo lo que tenemos. Los estudios muestran que las personas agradecidas son más exitosas, consiguen mejor sus objetivos y que además físicamente, tienen un mejor sistema inmunológico.
Otro aspecto para aprender a ser feliz se relaciona con las expectativas. Vivimos en un mundo lleno de expectativas de lo que queremos para nuestro futuro, de lo que queremos alcanzar o tener. Según el doctor español Enrique Rojas, es recomendable no esperar demasiado, del amor, del trabajo ni de la cultura, así podrás ser feliz a tu manera cada minuto.
¿Podemos hacernos cargo de nuestra propia felicidad? La psicóloga María Inés Pesqueira, Directora y fundadora del Método MIP nos dice:
“Los seres humanos tenemos la responsabilidad y el poder de crear el entorno en el que elegimos vivir” .
Ella señala que en general la gente tiende a quejarse mucho. Independiente del sexo, edad, religión o nivel socioeconómico. Las quejas son múltiples:, nos quejamos del día a día, de nuestra vida en general, del trabajo, de la pareja, de los amigos… En fin, de no estar viviendo la vida que quisiéramos vivir.
Pero esta disconformidad, por lo general, la asociamos a los factores externos que nos rodean, es decir, a las cosas que no podemos controlar que suceden en nuestro entorno. “Mi marido no me quiere”, “Es que no tengo dinero”, “Hay gente muy mala en este mundo”. Y pensamos que esos factores externos determinan nuestra felicidad y bienestar. Sin embargo, ser feliz sí se puede y se aprende.
¿Cómo podemos hacernos responsables de nuestra propia felicidad? Ella plantea las 5 claves de la felicidad:
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Tomar consciencia
Tenemos una gran responsabilidad en cómo miramos la realidad. Debemos reconocer cuál es nuestra tendencia y cómo interpretamos lo que nos pasa, y, a partir de eso, entender que está en nuestras manos la voluntad y la posibilidad de educarnos para ser personas más felices. Una vez que tomamos consciencia del poder que tenemos como personas, entonces podremos estar más atentos a nuestro modo de interpretar lo que nos sucede.
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Atrevernos a ser nosotros mismos
Debemos invertir energía en ser quienes somos y en vivir la vida que queremos vivir, de acuerdo a nuestros valores y convicciones. Pensar en lo que queremos y hablar de nuestros sueños, nos ayuda a despertar nuestra motivación por este mundo. No nos sirve compararnos con el resto, sino compararnos con nosotros mismos para poder dar lo máximo de cada uno, y no más de lo que somos. Aparentar lo que no somos, se paga en felicidad, ya que sólo provoca frustración.
Y en lo concreto, ¿qué puedo hacer para tener un mayor nivel de bienestar en mi vida? Conviene responder por niveles.
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A nivel físico
Nuestro cuerpo es nuestra casa, y no podemos ser felices si tenemos dolores o malestares físicos. Por lo tanto, nuestra felicidad también depende de nuestra salud corporal y cómo cuidemos de este. Es fundamental que dediquemos tiempo para realizar actividad física y dormir lo suficiente.
Por otra parte, debemos poner atención al descanso, pues este es un factor clave para lograr mayores niveles de bienestar. Durante el día, realizamos diversas actividades, y se recomienda descansar 3 minutos por cada 15 trabajados. Esto no quiere decir que cada 3 minutos pares y dejes por completo de hacer tu trabajo, sino que puedas hacer una pausa, descansar la vista, desviar la mirada y continuar con lo que estabas haciendo.
“La felicidad es el sentimiento que se deriva de tener emociones positivas y de estar satisfechos con nuestras vidas”.
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A nivel emocional
Lo primero es poder conectarnos con emociones positivas. Entre ellas, además de la paz, el amor, la esperanza y la curiosidad por desarrollar nuestros intereses, se encuentra el orgullo, que nos ayuda a poder reconocer nuestros logros.
Pensemos en nuestra propia vida, ¿nos enorgullecemos de las cosas que hemos logrado, de los objetivos que hemos alcanzado? Muchas veces se nos olvida el esfuerzo que requirió y damos por obvio que ya lo conseguimos. Para alcanzar mejores niveles de satisfacción con nuestra vida debemos detenernos a pensar en nuestros logros, somos los primeros que debiéramos valorar aquellas metas alcanzadas y enorgullecernos de ellas.
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A nivel mental
Es clave entender aquello que nos quita energía. Muchas veces al terminar el día, tendemos a evaluar las cosas que logramos esa jornada. Si dividimos nuestra energía en muchas actividades diferentes, entonces sentiremos que trabajamos mucho sin sacar adelante nada de lo que nos proponemos. Entonces nos frustraremos. Por eso es importante que nos focalicemos y solucionemos aquello que necesitamos resolver.
La felicidad suele entenderse como un estado difícil de alcanzar. Y por momentos puede serlo. Pero para ser feliz hay que ser valiente y atreverse a tomar la decisión de serlo. Cuando entendemos que ser feliz depende en gran medida de cada uno de nosotros, entonces podemos aprender un nuevo modo de mirar la vida y las cosas que nos pasan, desde unos lentes diferentes.
Cuando tomamos consciencia de que la mayor parte de la felicidad depende de nosotros, entonces dejamos de atribuirle tanto poder a los eventos que nos ocurren, y comenzamos a decidir qué queremos hacer para tener una vida de mayor bienestar.
La invitación es a invertir en felicidad, pues no sólo está en nuestras manos, sino que depende de lo que pensamos y decidamos hacer. Los invito a hacer de su bienestar un proyecto serio.